En Casa Chaín nació la abuela Carmen Monasterio a principios del siglo XX. Pocos años antes, en 1889 se colocó la piedra que corona la entrada como fecha de construcción de esta edificación. Quise encontrar en esta casa de más de 100 años la esencia de la historia familiar. Ahora, deseo transformarla, una vez restaurada completamente, en un lugar de encuentro, de arte, de cultura y naturaleza en el rural. Casa Chaín se convierte en un lugar abierto para toda aquella persona que quiera escapar del ruído y vivir una experiencia de naturaleza, descanso, arte o turismo. Intercambiaremos cultura, arte y naturaleza a través de espacios como el horno, la lareira, la huerta o el patio interior. La naturaleza está muy presente con sus árboles frutales: Un manzano, una higuera, un olivo, un melocotonero, dos nogales y un ciruelo. La huerta está situada hacia el este desde donde se pueden contemplar atardeceres espectaculares.